Medicina Estética

¿Qué tipos de ácido hialurónico existen?

En cuanto a tipología, principalmente podemos diferenciar dos grupos de ácido hialurónico:

  • Ácido hialurónico reticulado, más denso, con una mayor consistencia y rigidez que lo hace más perdurable en el tiempo. Tiene un gran poder de retención del agua (lo que se llama higroscopicidad). Por ello, es el que se utiliza para efectuar rellenos que pretenden dar volumen, incluso en algunos casos haciendo las veces de la grasa que había previamente en esa zona, por ejemplo en la zona malar. Las áreas de aplicación más comunes son labios, pómulos, arrugas estáticas profundas, ojeras y surcos nasogenianos.
  • Ácido hialurónico no reticulado, más ligero e inestable tras su aplicación, se suele usar como complemento de hidratación. Se combina con nutrientes esenciales y vitaminas para dar a la piel un punto más de nutrición. Su uso es cotidiano en mesoterapias faciales.

Cómo aplicar ácido hialurónico en el rostro

La forma más común de aplicar ácido hialurónico es por medio de inyecciones y no solo se coloca con una finalidad estética en la piel, sino que también se usa en este formato para rehabilitar algunas articulaciones.

Para beneficiarnos estéticamente de esta sustancia, se aplicarán inyecciones o infiltraciones de ácido hialurónico en la dermis y su composición puede variar según el área donde se coloque. Si el tratamiento se realiza de la manera adecuada, los efectos son inmediatos y naturales, sin embargo no son permanentes y al igual que pasa con la sustancia natural que nuestro cuerpo produce, el ácido hialurónico volverá a disminuir con el paso del tiempo. El efecto sobre la piel puede variar de 9 a 12 meses o hasta dos años.

¿Dónde se puede poner el Ácido Hialurónico?

Es en los tratamientos estéticos donde el ácido hialurónico se utiliza con mayor frecuencia. Algunas partes del rostro pueden mejorar con tratamientos que contienen esta sustancia. Estas son siete zonas en las que se emplea habitualmente.

  • Rostro. Algunas cremas contienen ácido hialurónico. Una parte del tratamiento es absorbida por la piel, dando como resultado tersura y brillo. Además, contribuye a la regeneración natural de este compuesto, perdido por el paso de los años u otros factores.
  • Labios. Su capacidad de aportar volumen lo convierte en un tratamiento poco invasivo para mejorar la forma de los labios dándoles un aspecto natural. Por medio de inyecciones se infiltra, mejorando la turgencia en esta parte de la boca.
  • Cicatrices. Recientemente se está empleando esta sustancia para reducir cicatrices. El ácido hialurónico acelera la regeneración cutánea y aporta volumen, rellenando el surco de la cicatriz.
  • Nariz. Aunque muchos cambios estéticos en la nariz requieren de cirugía, pero también hay otros menores que pueden solucionarse con la infiltración de ácido hialurónico. Por ejemplo, la nariz puntiaguda o las fosas nasales demasiado abiertas.
  • Pómulos. Gracias a la capacidad para dar volumen que tiene, esta sustancia es muy utilizada en intervenciones para redondear los pómulos. Los cambios son perceptibles desde la primera inyección.
  • Ojeras. Las ojeras también se pueden rectificar con este ácido. La piel de la zona se vuelve tersa y se llena de brillo.
  • Arrugas. Por su capacidad para estirar la piel el ácido hialurónico es perfecto para desdibujar las arrugas del rostro. Se pueden combatir las patas de gallo, los surcos nasogenianos, las arrugas en la frente y las imperfecciones en el entrecejo.
Nuestra página web utiliza cookies para mejorar la Experiencia de nuestros Usuarios.    Más información
Privacidad